El jueves 17 de agosto, la Fiscalía del estado de Jalisco informó que halló restos humanos calcinados al interior de una finca en la localidad de Lagos de Moreno, que concordarían con la anatomía de cuatro de los cinco jóvenes desaparecidos desde el pasado 11 de agosto. Un caso que ha causado horror en el país, debido a la difusión de imágenes que revelarían la crueldad con que habrían sido retenidos y asesinados y que recuerda las previas desapariciones de estudiantes que han conmocionado a la nación en los últimos años.

Una finca en La Troje, una pequeña comunidad a pocos kilómetros del centro de Lagos de Moreno, fue el lugar donde las autoridades locales encontraron «restos óseos y cuatro cráneos con huellas de calcinación en su totalidad», según menciona una publicación de la Fiscalía de Jalisco.

Sin embargo, algunos familiares de los jóvenes desaparecidos afirman que «no reconocen» a ninguno de sus hijos y que, según su criterio, los restos encontrados no corresponderían con los de sus familiares.

«Nos enseñaron las fotos de los cuatro cuerpos calcinados para que los reconociéramos, pero nosotros no reconocimos a ninguno de nuestros hijos. Uno de los cuerpos tenía como placas de alguna lesión, las que le ponen cuando se quiebran algún hueso», afirmó Juan Martínez, padre de uno de los desaparecidos, en una entrevista con la prensa local.