Un mes después del devastador paso de Otis, uno de los huracanes más intensos en tocar tierras mexicanas, los habitantes de Acapulco, ciudad insignia del turismo nacional, temen por su futuro ante la lenta reconstrucción de sus hogares y de la economía local, proceso que podría extenderse hasta el 2025, según algunos líderes empresariales. El Gobierno federal anunció que continuará la asistencia para los más de 250.000 damnificados por el ciclón.
el puerto de Acapulco va a recibir el inicio de la época decembrina, una de las más fructíferas para el comercio local en tiempos normales, pero que este año estará marcada por la incertidumbre de sus los habitantes, que siguen sin ver una salida a las devastadoras consecuencias del huracán Otis.
«Acapulco vive solo de tres estaciones: diciembre, que es la más grande para nosotros, Semana Santa y un poco de verano. Diciembre es la más esperada y no nos vamos a levantar,», lamentó Jesús Zamora, presidente de Infraestructura del Consejo Consultivo de Turismo en la región, quien insiste en que toda la ciudad está «destrozada».
Lejos de la zona turística, los habitantes de las áreas altas de este puerto del Pacífico mexicano siguen trabajando en la reconstrucción de sus hogares, que quedaron arrasados por los deslaves provocados por Otis, y en la recolección de basura de las calles.
Según las autoridades mexicanas, la población ya ha recogido más de 200.000 toneladas de desechos tras el paso del huracán.
Además, la desconfianza con la gestión y las cifras del desastre que maneja el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador sigue rondando las calles, no solo de Acapulco, sino también de todos los municipios aledaños que fueron golpeados por Otis.
Una de las controversias principales es el número de fallecidos. El Ejecutivo afirma que el huracán causó 50 muertos, pero los habitantes se mantienen escépticos y algunos aseguran que la cifra de víctimas mortales real podría llegar a 300. El mandatario del país ha descartado esos datos, señalando a la oposición política de difundirlos para desacreditar a su Gobierno.