Un grupo de 246 migrantes centroamericanos, venezolanos y haitianos fueron detenidos por las autoridades durante operativos realizados cerca a una central de autobuses de Ciudad de México. Miles de migrantes indocumentados recorren distintos puntos de México con la meta de llegar a la frontera con Estados Unidos para pedir refugio. Muchos de ellos duermen en las calles de la capital a la espera de reunir dinero o lograr los documentos para seguir su recorrido. La región vive una crisis sin precedentes, según la ONU, por el flujo migratorio desde Centroamérica hacia el norte del continente.
El Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano informó la detención de 246 migrantes provenientes de Centroamérica, Venezuela y Haití, que se encontraban en el espacio público, en el norte de la Ciudad de México, en una zona aledaña a una estación de buses.
Los operativos comenzaron el viernes 10 de noviembre en alrededores de la terminal de autobuses que van al norte de México, por donde es común observar a migrantes durmiendo en la calle.
Entre los migrantes hay 192 adultos y 54 menores de edad, la mayoría de los cuales dormían en aceras, parques y áreas de la Central de Autobuses del Norte, según un comunicado el INM, que depende de la Secretaría de Gobernación (Segob, Ministerio del Interior).
Las autoridades trasladaron a los mayores de edad a estaciones migratorias y aquellos que viajaban con menores de edad o en familia fueron llevados a albergues estatales.
La región de Centroamérica y México afronta un flujo migratorio «sin precedentes», según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que a comienzos de noviembre reportó un incremento anual de más del 60 % de la migración irregular en territorio mexicano en lo que va de este año.
Miles de personas sin documentos transitan distintos puntos de México en su camino a la frontera con Estados Unidos y, de hecho, miles de ellos han emprendido el recorrido en caravanas con el ánimo de presionar por permisos de tránsito y de trabajo en territorio mexicano.
Las autoridades han endurecido recientemente las medidas para contener la migración irregular y, en septiembre pasado, un grupo de trabajo de la ONU denunció que durante el primer semestre del año, México detuvo a más de 240.000 migrantes, incluidos niños.
Interrogado sobre la detención del grupo de 246 migrantes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo desconocer las circunstancias y aseguró que su gobierno está «protegiendo a los migrantes y garantizando que no se violen sus derechos humanos».
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, también sostuvo que numerosos migrantes han pedido la asistencia de autoridades para ser trasladados a albergues o al sur del país, donde se encuentra la mayoría de las oficinas para solicitar asilo.