¡El diálogo es luz de la razón y entendimiento!

Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez

El diálogo es fuente de luz luminosa para el hombre y el pueblo, es como abrir un nuevo horizonte del despertar de un nuevo amanecer. La palabra es iluminada en el pensamiento de cada ser que se asoma a la ventana y ve los rayos del sol que es el verdadero camino para realizar la paz individual y colectiva, con la fe y esperanzas del despertar del mañana abrazados todos como hermanos en un haz de voluntades con amor.

El pueblo nunca olvida lo que en la toma de posesión fueron promesas falsas, que hoy se cumplen  dos años de aquel juramento sin Dios y sin pan, pero una cosa es predicar discursos vanos y políticos llenos de demagogia que son abstractos muy bonitos. Y otros muy distintos, es que los discursos que tienen contenido positivo le inyecten contenido a sus propias prédicas y que el concepto de “dignidad humana deliberada”, que no se quede como un concepto o proceso histórico y que al mismo no se trasforme en cosa vacía; o simple discurso.

Es un alto concepto que se viene registrando desde el surgimiento del gobierno que vienen y hablan de filosofías abstractas, de contenido ilusorio que como hablar del materialismo filosófico y el materialismo dialéctico o quizás del monoteísmo oriental reforzado por los filósofos griegos. Queremos realidades fecundas, no continuar hablando del gobierno pasado y mucho menos de “golpes de Estado”.  Ya es tiempo que hagan lo suyo, no lloren sobre los dólares que saquearon del Banco Central. ¿Dónde está el dinero?

El diálogo es el encuentro entre los hombres y el pueblo para ser unificados en ideas afines para encontrar la raíz por cual nos mantiene separados, por contradicciones de carácter ideológico o es la matriz de nuestras discordantes contradicciones, que no nos permite unificarnos en el amor de criterios por mezquinos sentimientos que son producto de la ignorancia que no permite abrir nuestros corazones a favor y en beneficio de todos y, especialmente en el campo político-sociológico. Pues realmente no existe otro camino para poner en práctica y hacerlo a través de la praxis auténtica, que no es ni activismo ni verbalismo, sino acción y reflexión en el diálogo donde está la razón y el entendimiento, sin ello no existe la comunión entre el gobierno, el hombre y el pueblo. El diálogo no es un producto histórico, sino la propia realidad histórica, es pues el movimiento constitutivo de la conciencia, por buscarse a sí mismo, es comunicarse con el pueblo. El aislamiento no personaliza porque no socializa, vive solo como el viento.

La antropología filosófica, nos dice que él es animal simbólico, porque es el único que habla; con la palabra se hace hombre. Al decir su palabra, el hombre asume conscientemente su esencial condición humana. Para el hombre, producirse es conquistarse, es conquistar su forma humana.  Entonces porque rehuir al diálogo.

En todas la épocas nos dice la historia que el hombre nace encadenado a los mismos prejuicios y tramas que la sociedad ha inventado con el pretexto de protegerlo o amparar la vida.

Hoy en día tenemos “muros” que nos abruman más que el pasado histórico. Y los excesos del poder incitan al hombre y al pueblo a la reacción de revelarse contra el poder absoluto sin principios morales y éticos; si se apoderan en el pueblo obligadamente forman división profunda y abrirán heridas profundas, más si existen ideas y doctrinas ideológicas socialistas-comunistas como el gobierno de Xiomara Castro y su “asesor” que se abrogó del poder, más profunda será la crisis que se avecina.

Es necesario el diálogo sincero, honesto y positivo, no más demagogia. Es tiempo que hable con claridad sin tapujos. No se olviden que el pueblo tiene su propia psicología. ¡No es ignorante!

La democracia es el motor impulsor de la libertad del hombre y a través de ella se encuentra cómo armonizar a los pueblos en su devenir histórico, no permitamos ni de izquierda y derecha abusos de poder y caprichos de apátridas bandoleros del socialismo-comunista y ateos que mañana viviremos prohibidos de asistir a la iglesia para orar a nuestro Dios Jesucristo con toda devoción de nuestro corazón y alma. ¡Gobierno alejado de Dio no es NADA!

Carlos García

Editor

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