El fenómeno de El Niño, aseguran las autoridades ambientales del país, tendría una de las fases más largas en los últimos tiempos por lo que han destinado unos 550 millones de dólares para contrarrestar las pérdidas cuantiosas que podría generar.
El fenómeno de El Niño produce el calentamiento de las aguas del océano Pacífico, afectando el comportamiento climático en todo el mundo.
En ese sentido, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) de Colombia, mencionó que declaró la entrada de El Niño “luego de realizar seguimiento a la temperatura del océano Pacífico y establecer que durante cinco trimestres consecutivos se registraron valores superiores a 0,5 °C”.
En ese orden, las autoridades ambientales colombianas detallaron que por la ubicación geográfica del país, en algunas zonas este fenómeno meteorológico puede verse representado por lluvias y en otras sequías graves como consecuencias de las altas temperaturas.
Para Camilo Prieto, profesor de cambio climático de la Universidad Javeriana de Bogotá, la sequía a causa de este fenómeno puede generar afectaciones negativas en la agricultura, escasez en las reservas hidroeléctricas de la que depende mayoritariamente la energía eléctrica del país, y un aumento en los incendios forestales.
“El fenómeno de El Niño no se expresa de igual manera en todos los lugares del mundo, entonces particularmente en un país como Colombia, al norte de Sudamérica, se relaciona con sequías, que a su vez puede generar reducciones en la generación de energía eléctrica, donde un 70 % de esa energía se distribuye a través de hidroeléctricas”, relató Prieto a la VOA.
Además, añadió que “El Niño genera cambios en la productividad de los cultivos y también de sus rendimientos porque hay una menor productividad de un llenado de los granos de manera exitosa”.