Una fragata de la Armada francesa derribó un dron que amenazaba con atacar un petrolero noruego en el Mar Rojo. Los hutíes, un grupo rebelde yemení respaldado por Irán, reivindicaron la autoría del ataque aéreo en apoyo a los palestinos de Gaza.
La Armada francesa tuvo que intervenir de nuevo en el Mar Rojo. En la noche del 11 de diciembre, la fragata francesa Languedoc, que patrullaba el Mar Rojo, derribó un dron aéreo que amenazaba con atacar un petrolero noruego frente a las costas de Yemen, en el estrecho de Bab-el-Mandeb, que separa el Mar Rojo del Golfo de Adén.
El Ejército francés informó en un comunicado que había destruido el dron para proteger al buque extranjero de un «posible secuestro», antes de reanudar su viaje hacia el norte.
Los hutíes, un grupo rebelde chií respaldado por Irán en Yemen, admitieron haber lanzado un ataque con drones contra el buque noruego: «La fuerza aérea de las fuerzas armadas yemeníes llevó a cabo una operación militar contra el buque noruego Strinda, que transportaba petróleo», con destino a Israel, declaró el portavoz de las fuerzas hutíes, Yahya Saree.
Los noruegos niegan que transportaran petróleo para Israel
Según el propietario del petrolero noruego de 144 metros de eslora, J. Ludwig Mowinckels Rederi, el ataque provocó un incendio en el Strinda, que la tripulación, todos de nacionalidad india, pudo extinguir. Añadió que no había heridos a bordo.
La empresa también negó la acusación de que el buque transportara petróleo con destino a Israel. Según la empresa, el Strinda había salido de Malasia para entregar materias primas para la fabricación de biocombustibles en Italia. El petrolero se dirige ahora a «un puerto seguro» para buscar refugio.
Este ataque no es el primero de este tipo. Los buques de guerra estadounidenses y franceses que patrullan el Mar Rojo han derribado en repetidas ocasiones misiles y drones hutíes en la zona.
El pasado fin de semana, una fragata francesa destruyó dos drones utilizando misiles tierra-aire. La semana pasada, el buque estadounidense USS Mason derribó un drón que había pasado demasiado cerca del barco.
El grupo rebelde, no reconocido por las organizaciones internacionales, controla la mayor parte del país y es un estrecho aliado de Irán. Desde el atentado de Hamás contra Israel, el 7 de octubre, ambos llevan a cabo actos de «resistencia» contra el Estado judío, en particular atacando barcos extranjeros en el Canal de Suez.
En un comunicado publicado el sábado 9 de diciembre, los hutíes aseguraron que «impedirían el paso de barcos a la entidad sionista» si no se autorizaba la entrega de alimentos y medicinas a Gaza.
Los barcos con destino a Israel «se convertirán en un objetivo legítimo de nuestras fuerzas armadas», afirmaba el comunicado. En respuesta a esta amenaza, las Armadas estadounidense y francesa han aumentado su presencia militar en el Golfo de Adén. Según el Ejército francés, cerca de 20.000 buques mercantes atraviesan la zona cada año.