La estrella del baloncesto estadounidense Brittney Griner aterrizó el viernes en Estados Unidos, tras 10 meses detenida en Rusia, en el marco de un intercambio de prisioneros con el traficante de armas Viktor Bout.

«Dicen que está con muy buen ánimo, parece estar en buen estado de salud», dijo el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, en una entrevista citando a funcionarios estadounidenses que estuvieron con ella en San Antonio, Texas, donde llegó justo antes del amanecer.

El precio por su libertad ha sido alto. El traficante de armas ruso Víktor Bout, conocido como ‘El mercader de la muerte’ y socio de algunos de los regímenes y organizaciones criminales más sangrientos de África, Asia y América Latina, cumplía 25 años en Estados Unidos. Atrapado en 2008, era uno de los más buscados.