Tres indígenas estadounidense se devanan los sesos frente a un ordenador, intentando recordar -y grabar- docenas de palabras en lengua apache relacionadas con actividades cotidianas, como cocinar y comer.
Están creando un diccionario digital inglés-apache, uno de varios proyectos que pretende preservar idiomas indígenas en riesgo de desaparecer en Estados Unidos.
Trabajan con el programa informático «Rapid Word Collection» (RWC), cuyo algoritmo escanea las bases de datos escritas y de audio del apache para encontrar palabras olvidadas, definirlas, traducirlas al inglés, pronunciarlas con el tono adecuado y grabarlas.
Todo sirve para volver a la vida estos idiomas prácticamente olvidados: libros infantiles, aplicaciones para teléfonos o páginas web.
Joycelene Johnson, una profesora de 68 años, y dos colegas se divierten validando la palabra «kapas» que significa papa o patata.
Estas «aplicaciones de idioma escrito están bien para los estudiantes que disponen de una colección» de vocabulario y gramática en apache, explica Johnson.
En las escuelas bilingües de su reserva hay «un millar de estudiantes» pero «una sola persona en clase de primaria es capaz de hablarlo con fluidez».
Este taller sobre lengua apache es uno de tantos que ofrece la Conferencia Internacional para la Documentación, Educación y Revitalización de Lenguas Indígenas (ICILDER) que se celebró el fin de semana pasado en la Universidad de Indiana, en el centro de Estados Unidos.
Una cuarentena de pueblos originarios procedentes de Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Perú y Nueva Zelanda, entre otros, se reunieron en la bucólica ciudad de Bloomington, con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas en Estados Unidos, que cuenta con 6,8 millones de nativos, el 2% de la población.
Lingüistas, profesores, estudiantes, investigadores y caciques debatieron sobre la recuperación de sus idiomas orales, conscientes de la magnitud de la catástrofe.