Desde principios de 2023, más de 400 personas han muerto en su intento de llegar a Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones, una agencia de la ONU.

Las cifras, de acuerdo con este organismo, demuestran la magnitud de la crisis humanitaria en la zona del Mediterráneo, y llegan cuando otro naufragio se cobró la vida de diez migrantes este martes, frente a las costas de Túnez.

Cientos de personas murieron en el mar intentando llegar a Europa entre enero y marzo de este año. El miércoles 12 de abril, la ONU alertó que el primer trimestre de 2023 fue el más mortífero desde 2017 para los migrantes que cruzan el Mediterráneo: al menos 441 personas perdieron la vida.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU a la que muchos grupos de defensa de los derechos de los migrantes acusan de desempeñar un papel en la política de externalización de fronteras de la Unión Europea, explicó además que esas 441 muertes eran una subestimación.

«Con más de 20.000 muertes registradas en esta ruta desde 2014, me temo que estas muertes se han normalizado», advirtió la organización.

«Durante el fin de semana de Pascua, 3.000 migrantes llegaron a Italia, con lo que el número total de llegadas desde principios de año asciende a 31.192 personas», señaló la OIM. La agencia de la ONU subrayó que los retrasos en las operaciones de búsqueda y rescate (SAR) han sido un factor determinante en al menos seis incidentes desde principios de año, que han provocado la muerte de al menos 127 de las 441 personas fallecidas.

«La total falta de respuesta durante una séptima operación de rescate costó la vida de al menos 73 migrantes» incluidos en este mismo recuento, reportó la OIM en un comunicado, añadiendo que los esfuerzos de búsqueda y rescate por parte de organizaciones no gubernamentales han disminuido significativamente en los últimos meses.