¿Qué pasa en la economía de Bolivia y cuáles son las proyecciones para el 2024?

Diversos sectores bolivianos observan con preocupación la situación económica del país. La percepción de la población contrasta con la del gobierno, según el cual no hay crisis y asegura que existe estabilidad.

Jimena Núñez, emprendedora boliviana, dice que terminó el 2023 con dificultades para cubrir sus necesidades y mantener a su familia: “Uno va al mercado con el presupuesto de la canasta familiar básica, ni siquiera para darnos gustos, pero han subido las cosas en 50 centavos, un pesito o más y así el presupuesto del hogar varía. Ya no alcanza”.

Su testimonio coincide con muchos bolivianos consultados, incluso es la misma opinión que tienen los sectores empresariales y productivos de Bolivia, quienes manifiestan su preocupación por el manejo de la economía durante el 2023.

Entre los aspectos determinantes que identificaron las fuentes consultadas están la caída de las reservas, el déficit fiscal, la escasez de dólares, la subvención de los combustibles y el auge del contrabando.

También le podría interesar: Cúpula del Poder Judicial paralizada por crisis en partido gobernante en Bolivia

El gobierno del presidente Luis Arce había proyectado para el 2023 un crecimiento del 4,86%, que luego fue reajustado a un estimado de entre el 2,6% y el 2,7%. Sin embargo, el ministro de Economía Marcelo Montenegro, informó el martes que al segundo trimestre el crecimiento económico fue del 2,2 %.

“Los organismos internacionales nos daban 1,8 % y 1,9 % de crecimiento para esta gestión, vamos a crecer algo más, y eso nos va a situar entre las economías de mayor crecimiento, de Sudamérica”, dijo.

Montenegro afirma que Bolivia mantiene una estabilidad de precios a pesar del contexto global adverso como la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis bancaria de Estados Unidos, y la elevación de la tasa de interés de la Reserva Federal estadounidense que, según justifica la autoridad, afectó a toda la economía occidental.

«[Es una situación] muy privilegiada», dijo también a medios locales el viceministro de Política Tributaria, Jhonny Morales. Los expertos, sin embargo, estiman que la desaceleración no se detendrá en esta gestión.

Un discurso optimista

El mandatario boliviano, quien fue ministro de Economía y Finanzas Públicas entre 2009 y 2019, ha reiterado su discurso optimista acerca del crecimiento gradual de la economía boliviana, argumentando que los indicadores de organismos internacionales demuestran la “rápida recuperación”.

“Somos, aunque muchos quieran negarlo, la economía de mayor estabilidad en toda la región y una de las más estables en todo el mundo”, aseguró Arce en un encuentro con la prensa en diciembre. Destacó entonces específicamente dos indicadores económicos: la disminución del desempleo al 3,6 % y la caída de la inflación al 1,48 %.

“¿De qué crisis podemos hablar? (…) Pero aún, por supuesto, no estamos conformes con este 3,6 %. Hay que seguir reduciendo y en eso estamos empeñados desde el gobierno nacional», dijo en diciembre, en un encuentro con periodistas.

El ministro Montenegro actualizó el dato de la inflación a noviembre de 2023 y señaló que la tasa fue de 1,5 %, “una de las más bajas de nuestra historia”.

Sin embargo, el analista financiero, Jaime Dunn explicó a la Voz de América por qué, a pesar de estos datos destacados como logros por el gobierno, hay un debilitamiento de la economía boliviana, también percibida por calificadoras internacionales.

“Una cosa es lo que se dice y otra cosa es lo que la gente ve (…) el mejor economista es la gente de a pie (…) Hay un costo grande para mantener la inflación baja y es baja por las razones equivocadas, porque hay alta producción en el país. Hemos cambiado el gas por la deuda, de estar exportando sobre 6.000 millones de dólares en gas natural al año, estamos exportando menos de la mitad -como 2.800 millones de dólares- entonces evidentemente han caído los ingresos, pero el tema es que los gastos no han bajado”, dijo el analista.

La calificadora internacional Standard&Poors rebajó, el 22 de noviembre, la calificación de riesgo crediticia soberana de Bolivia a CCC+, por la caída de las exportaciones, las reservas bajas y el déficit fiscal. De acuerdo con Dunn-dice- debería tenerlo en cuenta. «Las calificadoras internacionales ya vienen advirtiendo desde 2014 que la economía boliviana está entrando a un periodo complejo”, advirtió.

Carlos García

Editor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.