Varias retiradas han reducido el aún abarrotado campo de precandidatos republicanos a las presidenciales de EEUU en 2024. Mientras, a Joe Biden le salió otro retador y un apellido histórico se pasó al terreno independiente. Ante tantos cambios, ¿quiénes aspiran todavía a la Casa Blanca?
Republicanos
El campo republicano ha estado colmado de aspirantes deseosos de llevarse la codiciada nominación presidencial casi desde el inicio. Originalmente, se presentaron unos 15 candidatos, de ellos, una decena considerados como contendientes serios.
A lo largo del camino quedaron el exvicepresidente de Donald Trump, Mike Pence; el senador por Carolina del Sur, Tim Scott; el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum; el locutor de radio conservador, Larry Elder, y el alcalde de Miami, Francis Suárez.
Entre los que se mantienen aún en la carrera, el expresidente Trump sigue como líder en las encuestas. Según RealClearPolitics, Trump acumula un 62,9 % frente a sus más cercanos adversarios: el gobernador de la Florida, Ron DeSantis (12,1 %) y la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley (11,6 %).
Donald Trump
El exmandatario ha demostrado ser el contendiente a vencer en las primarias del Partido Republicano. A pesar de las tibias críticas ambiguas de la mayoría de sus competidores, Trump ya se ha convertido en el blanco abierto de todos los aspirantes a la nominación.
Los complicados procesos judiciales que enfrenta – entre ellos uno federal en Washington y otro estatal en Georgia relacionados con interferencia electoral -no han impedido su regreso a la carrera presidencial para buscar un segundo término, mientras sigue negando, sin pruebas, los resultados que le dieron la victoria a Joe Biden en 2020.
Recientemente, un tribunal de Colorado dictaminó que no es elegible para aparecer en la boleta de primarias de este estado.
Su plataforma, ahora con un renovado slogan de «¡Hagamos grande a Estados Unidos otra vez!”, se basa en duras críticas al presidente Biden y también a los contrincantes de su propio partido, junto a promesas de prosperidad económica, aproximaciones proteccionistas, un ferviente nacionalismo y una fuerte posición contra la inmigración.