Refugio de Vida Silvestre “El Mero”, una riqueza natural

El Refugio de Vida Silvestre Suyapa, Luis Hernán Baca Valladares “Mero” que fue declarado como tal durante la semana por el Congreso Nacional, es una gran riqueza natural por cuidar con muchos retos ambientales.

Por muchos años se luchó por este refugio, pero ya es una realidad y se debe cuidar y proteger, porque también es un reservorio de agua importante para el Distrito Central y el hogar de muchas especies de flora y fauna.

El Instituto de Conservación Forestal (ICF), cuentan con la participación de las comunidades del refugio, que además posee un alto valor cultural por localizarse en las cercanías de la Basílica Menor de Suyapa (Tegucigalpa).

Se trabajó de forma conjunta con los representantes del Comité Ecológico de la Aldea de Suyapa (Coeas) y municipalidades y con el apoyo de la Comisión de Ambiente y Cambio Climático del Congreso Nacional para alcanzar este importante logro.

RESERVORIO DE AGUA

Ambientalistas coinciden que es uno de los principales reservorios de agua que conecta con otros municipios y que ayudará mucho. Y el reto es tener un control ambiental, capacitar a los productores agrícolas para cuidar el área protegida y evitar la cacería de venados cola blanca.

La ingeniera del ICF, Paola Arguijo, señaló que la entidad se ha comprometido con una serie de trabajos fundamentales dirigidos a la conservación y perpetuidad de los espacios naturales en la recién designada área protegida.

“Estas acciones son de vital importancia para las comunidades locales y para la preservación de los recursos naturales que emanan de esta región. En colaboración estrecha con diversas partes interesadas, incluyendo las comunidades locales, el ICF llevará a cabo una gama de actividades”, explicó.

Entre las próximas iniciativas destaca la elaboración de instrumentos de gestión y manejo, los cuales son fundamentales para establecer las normativas que regirán el área protegida.

Es importante destacar que este proceso será participativo, involucrando a todas las partes interesadas en la toma de decisiones sobre la gestión de este valioso espacio natural.

COMITÉ ECOLÓGICO

El Comité Ecológico de la Aldea de Suyapa ha sido un actor fundamental en el proceso de declaración de esta área protegida, dedicando 37 años a la conservación de la zona.

A través de actividades como reforestación, patrullajes, combate contra incendios y vigilancia, han demostrado un compromiso inquebrantable con la preservación del entorno natural.

La administración de las áreas protegidas recae en el ICF por mandato legal, se contempla la figura del co-manejo. Este mecanismo permitirá trabajar de manera conjunta con el Coeas y otras entidades para garantizar la conservación.

Por su parte, el director del ICF, Luis Solís, destacó que se sigue consolidando el plan de gobierno de la Presidenta Xiomara Castro, en la temática ambiental, y lamentó que Honduras, ya sufre las consecuencias de cambio climático.

“Queremos agradecer a todas las bancadas (del Congreso Nacional) por apoyar desinteresadamente todos los proyectos de conservación y protección ambientales, que se están impulsando en este país”, remarcó.

“Recordemos que el bosque es nuestra casa común. Honduras es de los pocos países de la región que sigue declarando áreas protegidas”, señaló Solís.

37 AÑOS DE LUCHA

Al mismo tiempo, reconoció la lucha de 37 años del Comité Ecológico de la Aldea de Suyapa, luchando por la declaratoria de una microcuenca, ya que en la propuesta inicial se pedía declarar cerca de 1,100 hectáreas, pero al hacer el análisis se descubrió un alto potencial de la zona.

“Se descubrió el interés de conservación y los objetivos de manejo a pesar de la dinámica poblacional de la capital, se determinó para conservación bajo una categoría de Refugio para la Vida Silvestre”, explicó.

En esta área protegida hay 37 fuentes de agua que benefician a más de 5,000 familias, y existen 11 comunidades en la zona de declaratoria, y ahora se buscará formar una interconexión entre el Parque Nacional “La Tigra” y la Reserva Biológica Montaña de Uyuca.

La declaratoria de este refugio también es resultado de una larga lucha del Coeas y de grandes líderes como, Luis Hernán Baca Valladares “Mero”, a quien se rinde tributo con el nombre del área protegida.

 

Carlos García

Editor

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