Un incendio forestal amenaza el Santuario de Elefantes de Brasil

Equipos de bomberos combaten el fuego desde la noche del viernes cerca de la Chapada dos Guimaraes, parque situado en el estado de Mato Grosso y habitado por cinco elefantes

Un incendio forestal se desató en zonas próximas al Santuario de Elefantes de Brasil, el único que existe en América Latina, y las autoridades trabajan para impedir que llegue a esa reserva, informaron este sábado fuentes oficiales.

Los responsables de la Chapada dos Guimaraes, un parque situado en el estado de Mato Grosso y que aloja el Santuario de Elefantes, han aclarado que los animales no están en riesgo y que los equipos de bomberos combaten el fuego desde la noche de este viernes.

Las llamas, cuyo origen aún no ha sido establecido, comenzaron el jueves y se expandieron con rapidez por el parque nacional, pero sin llegar aún a las tierras ocupadas por los elefantes, que sí han sido alcanzadas por densas nubes de humo y cenizas.

Los bomberos reconocieron que el incendio aún no fue totalmente controlado, pero subrayaron que, al menos por ahora, la situación no es tan grave como la que se presenta en el Pantanal, vasto humedal que ha sufrido graves incendios que en las últimas semanas causaron la muerte de una gran cantidad de animales, aún no precisada.

 

Bomberos observan el fuego en la localidad de Porto Jofre, estado de Mato Grosso (Brasil), el 26 de septiembre de 2020. EFE/Carlos Ezequiel Vannoni
Bomberos observan el fuego en la localidad de Porto Jofre, estado de Mato Grosso (Brasil), el 26 de septiembre de 2020. EFE/Carlos Ezequiel Vannoni

En el caso del Pantanal, así como ocurre con la Amazonía, los organismos de defensa del medioambiente han atribuido los incendios a las “agresivas” políticas del Gobierno de Jair Bolsonaro, que apuntan a liberar todas las actividades productivas y económicas en esos biomas.

El Santuario fue creado en 2015 para acoger a elefantes recogidos de circos y zoológicos y abarca cerca de 1.100 hectáreas de colinas y pequeños valles, con sabanas y laderas similares a los ecosistemas africanos y asiáticos de los que proceden estos grandes mamíferos.

Toda la región destinada a los elefantes tiene su perímetro cercado con tubos de acero, sin sistemas eléctricos o alambres de púas que pudieran herir a los animales, que conviven con otras especies en el mismo ecosistema.

Actualmente, el Santuario está habitado por cinco elefantes, tras el fallecimiento de dos en los últimos años, pero sus responsables esperan la llegada de otros tres durante los próximos meses.

La última “huésped” llegó en mayo pasado procedente de Argentina. Se trata de la elefanta Mara, que desde 1995 estaba en un zoológico de Buenos Aires y fue trasladada al Santuario en una operación mucho más compleja de lo habitual, debido a las restricciones que ambos países impusieron para contener la pandemia de coronavirus.

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