Venezuela: así fue el masivo operativo en la cárcel Tocorón, controlada por el Tren de Aragua

"Tengo miedo de que no salgan vivos", dijo a AFP Rubieles Mejías, pareja de otro de los reos.

Las autoridades venezolanas desplegaron 11.000 efectivos para retomar Tocorón, la cárcel más renombrada de Venezuela y que había caído en manos del grupo armado Tren de Aragua. De acuerdo a relatos periodísticos, el penal se habría convertido en una especie de ciudadela donde vivían los reos con sus familiares y desde donde operaba la banda criminal. El Gobierno venezolano informó que el centro será desalojado y reestructurado.

«Detectamos unos túneles. Hemos impedido una fuga masiva y hemos controlado a todos los privados de libertad y también hemos capturado a algunas personas con armamento», aseguró a la televisión estatal Remigio Ceballos, ministro de Interior y Justicia.

El funcionario explicó que el centro de reclusión fue «totalmente liberado» y que descubrieron «una gran cantidad de espacios inadecuados» en el penal, donde operaban los cabecillas de la banda criminal transnacional el Tren de Aragua, con presencia en Chile, Perú, Bolivia y Colombia.

«Hemos puesto fin a estas irregularidades que se encuentran en este espacio» en el que «reinaba el delito», reiteró el ministro, sin ofrecer más detalles sobre el tipo de actividades ilícitas descubiertas. «Fue desmantelado un centro de conspiración y delito, usado por una red criminal internacional contra la población venezolana», agregó.

Decenas de familiares de los reclusos, algunos incluso que vivían dentro del penal, se apostaron a las afueras a la espera de «noticias». «Estoy esperando que me informen a dónde llevan a mi esposo. No tengo noticias (…). Yo vivía allí, pero nos sacaron», comentó Gladys Hernández.

¡Fuego a la carga! Grupos comandos del CICPC volaron las rejas de las celdas donde no podían acceder dentro del Penal de Tocorón y así poder tomar el control total de la Torre.

«Tengo miedo de que no salgan vivos», dijo a AFP Rubieles Mejías, pareja de otro de los reos.

El penal se había convertido en una especie de ciudadela. Contaba con piscina, campo de béisbol, un zoológico, bares, casinos, cajeros automáticos y hasta una discoteca en su interior, de acuerdo a una investigación realizada por Ronna Rísquez, periodista que ha seguido por años los movimientos del Tren de Aragua, y según confirman familiares de los presos.

Videos en redes sociales mostraban a mujeres y niños en el interior del recinto, desde donde salían columnas de humo. La televisión pública mostró imágenes de presos en hileras, sentados en el suelo, la mayoría con las manos esposadas esperando su traslado.

 

Carlos García

Editor

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