Más de un año después de que Estados Unidos, el Reino Unido y Australia lanzaran la noticia hermética de que estaban combinando fuerzas submarinas, el trío dio a conocer más detalles este lunes de su ambicioso plan para contrarrestar la rápida expansión militar de China.
Según el acuerdo AUKUS de varias décadas, los socios construirán una flota combinada de submarinos de propulsión nuclear de élite utilizando tecnología, mano de obra y financiación de los tres países, creando una fuerza más formidable en el Indopacífico que cualquiera de ellos podría lograr solo.
Pero el largo cronograma y los enormes costos financieros, que ascienden a cientos de miles de millones de dólares solo para Australia, plantean preguntas sobre hasta qué punto los planes de los socios podrían desviarse de su «camino óptimo» en las próximas décadas, ya que los Gobiernos y las prioridades potenciales podrían cambiar.