El Festival de Cannes arranca con el musical «Annette» y un jurado en pie de guerra

La actriz francesa Marion Cotillard en la 74 edición del Festival de Cine de Cannes en Cannes, sur de Francia, este martes. Foto: AFP.

Adam Driver y Marion Cotillard abrieron este martes con el musical «Annette» el Festival de Cannes, cuyo jurado presidido por el director estadounidense Spike Lee defendió que cine y militancia van de la mano.

 

Por la Palma de Oro competirán pesos pesados del séptimo arte como el estadounidense Wes Anderson, el holandés Paul Verhoeven, el iraní Asghar Farhadi y cineastas que ya fueron laureados con el máximo galardón, como el italiano Nanni Moretti y el tailandés Apichatpong Weerasethakul.

 

El Festival, que no pudo celebrarse el año pasado por la pandemia, quiere recuperar el tiempo perdido: seleccionó 24 películas —el mayor número de los últimos años—, entre lo mejor del cine mundial, si bien Iberoamérica se quedó fuera.

 

El certamen arrancará con la primera película en inglés del francés Leos Carax («Los amantes del Pont Neuf»), un musical que toma derroteros improbables con el actor estadounidense Adam Driver y la francesa Marion Cotillard, oscarizada por otro rol musical («La vida en rosa»).

 

El #MeToo, presente en la gran pantalla 

 

«El covid sigue ahí, pero estar presente en el regreso del festival es un gran sentimiento de alivio y excitación», confió Driver a la AFP.

 

«Annette» es «perfecta» para abrir el certamen, puesto que «invita a los espectadores a vibrar con un gran espectáculo», aseguró por su parte Cotillard.

 

Ambos actores interpretan a una glamurosa pareja de artistas a la que todo les sonríe hasta que inician un descenso a los infiernos, en una trama ambientada en tiempos de #MeToo.

 

La película, con guión y música del grupo californiano Sparks, compite por la Palma de Oro que otorgará el 17 de julio el jurado presidido por Spike Lee, el primer afroamericano en asumir ese puesto.

 

«Un mundo gobernado por gánsters» 

 

Ya antes de empezar, Lee dio un carácter político al festival.

 

Según él, el jurado no solo debe «criticar las películas sino también el mundo» y los «gánsters» que lo «gobiernan», citando a Donald Trump, al brasileño Jair Bolsonaro y al ruso Vladimir Putin. Deploró además que en su país los negros sigan siendo «cazados como animales».

 

En la tradicional rueda de prensa del jurado, otros miembros se mostraron combativos, como el brasileño Kleber Mendonça Filho. El director de «Bacurau» defendió que una manera de «resistir» es dando a conocer la información y denunció por ejemplo «el cierre de la Cinemateca brasileña desde hace más de un año», una forma «muy clara de reprimir la cultura y el cine».

 

 

Las mujeres, que son mayoría en el jurado, reivindicaron por su parte más igualdad en la industria, recordando que solo una de ellas, Jane Campion, se ha llevado la Palma de Oro en toda la historia del Festival por «El Piano», en 1993 .

 

«Incluso en el seno de una cultura tan masculina, hacemos películas diferentes, explicamos las historias de otra manera. Vamos a ver qué pasa» con un jurado con cinco mujeres y cuatro hombres, dijo la actriz estadounidense Maggie Gyllenhaal.

 

Almodóvar, de regreso a la alfombra roja 

 

El Festival otorgará además este martes la Palma de Oro de Honor a la actriz y directora Jodie Foster, que pisó Cannes por primera vez de niña hace 45 años, tras haber actuado con Robert De Niro en «Taxi Driver».

 

A la ceremonia de apertura asistieron también el director español Pedro Almodóvar, dos años después de que se le escapara la Palma de Oro con «Dolor y gloria». El premio se lo llevó finalmente la surcoreana «Parásitos».

 

Aunque las celebridades podrán quitarse la mascarilla para posar ante las cámaras en la alfombra roja, el Festival estableció unas condiciones de acceso estrictas: los europeos vacunados o con inmunidad natural deberán presentar el documento sanitario reconocido por la UE y el resto de asistentes deberá hacerse un test PCR cada 48 horas. Sin embargo, las salas no tendrán limitación de aforo.

 

Las restricciones de la pandemia harán que el Festival sea menos concurrido. Pero los cerca de 30.000 asistentes convivirán con los miles de veraneantes que tomaron las playas de esta lujosa localidad de la Costa Azul, una primicia puesto que el certamen se celebra habitualmente en mayo.

 

(AFP)

 

 

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