El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, también ha querido marcar, como los demás líderes europeos, una posición clara ante el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un día especialmente simbólico en la cumbre de la UE en Bruselas.

Sánchez ha estado dos veces con el líder ucraniano, una en el plenario del Consejo y otra en una reunión con media docena de países. Y en ambas ha transmitido, como los demás líderes, todo el respaldo político a Zelenski y la defensa de Ucrania frente a la invasión rusa, pero también ha lanzado un mensaje para empezar a pensar también en una salida de la guerra.

Sánchez le ha dicho expresamente a Zelenski que el Gobierno español apoya su plan de paz de 10 puntos, que presentó en noviembre y que el líder ucraniano defiende como una salida posible para parar la guerra.

El plan en este momento parece inviable, porque implicaría que Rusia abandonara todas sus posiciones en Ucrania, incluida Crimea, pero al menos parece un primer intento de cambiar el lenguaje. Ya no se dice que no habrá ninguna negociación con Rusia, sino que se plantea un posible plan de paz.

Sánchez ha ido un poco más allá en su discurso frente a Zelenski, que ha sido recibido en Bruselas como un auténtico líder europeo más y como un héroe en defensa de los valores europeos, según han señalado varios presidentes.

El presidente español le ha dicho a Zelenski, según fuentes de su delegación, que España apoya este plan de paz, pero también cree que necesita más apoyo internacional.