Una operación policial en la colonia El Picachito de Tegucigalpa, Distrito Central, se convirtió en un violento enfrentamiento dejando varios policías y cuatro presuntos miembros activos de la pandilla 18 heridos.
La saturación policial desencadenó una balacera que resultó en daños considerables a varias patrullas, ya que los funcionarios fueron recibidos a pedradas por los habitantes de la colonia, ubicada en la zona alta de la capital, quienes expresaron su oposición a las detenciones.
Según los informes, el Core 7 se vio impedido de avanzar debido a la presencia de patrullas y unidades motorizadas que bajaron desde la zona en mención con los capturados. Este bloqueo dificultó la movilidad de las fuerzas policiales y agravó la situación en el lugar.
La resistencia de los residentes generó un escenario tenso y hostil, llevando a una confrontación armada que dejó tanto a varios policías como a los cuatro individuos señalados como supuestos miembros de la pandilla 18 heridos. Las patrullas dañadas atestiguan la intensidad de la confrontación.