La avanzada edad de algunos legisladores en EEUU ha avivado la polémica sobre la necesidad de límites de edad, sin embargo, los analistas afirman que la voluntad de los votantes es la que mantiene a un político en el poder y que, mientras haga bien su trabajo, la edad podría no importar.
El interés mediático acerca de lo que algunos llaman la «gerontocracia» en Washington está, de hecho, muy ligado a las próximas elecciones presidenciales.
El demócrata Biden, de 80 años, fue el jefe de Estado de mayor edad en llegar a la Casa Blanca en la historia del país. Su campaña a la reelección indica que pretende mantenerse en el poder hasta los 86 años, que cumpliría poco antes de terminar un segundo mandato.