El reto de Biden en Carolina del Sur: movilizar una comunidad negra cada vez más escéptica

La campaña del presidente Joe Biden ha redoblado sus esfuerzos en Carolina del Sur antes de las primarias del 3 de febrero con un objetivo central: movilizar el voto afroamericano, cada vez más escéptico hacia los demócratas pero crucial en una eventual contienda con el republicano Donald Trump.

La comunidad afroamericana lleva votando a los demócratas desde hace décadas. Esa conexión se remonta al apoyo que líderes de esa fuerza política, como los presidentes John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, ofrecieron al movimiento por los derechos civiles en la década de los 60.

Desde entonces, ningún candidato presidencial demócrata ha recibido menos del 80 % del voto afroamericano.

No obstante, una encuesta publicada en noviembre por The New York Times y Siena College reveló que solo el 71 % de los votantes afroamericanos en seis estados clave estaban dispuestos a votar por Biden mientras que el 22 % apoyaría a Trump, cifras que han despertado las alarmas entre algunos analistas.

La razón es que, sin la comunidad negra, Biden no puede ganar a Trump. La campaña lo sabe y, por eso, han invertido cientos de miles de dólares en anuncios de televisión y radio para movilizar a ese grupo demográfico en Carolina del Sur y, de paso, entusiasmar al resto de votantes afroamericanos.

Esos intentos, sin embargo, no han surgido efecto con Mika Gadsden, una activista de Charleston que dijo a EFE sentirse “muy decepcionada” por la manera en a que Biden ha “cerrado los ojos” ante la devastación de la Franja de Gaza, donde la ofensiva de israelí ha dejado 27.000 muertos.

El vínculo entre la causa palestina y el racismo en EE.UU.

Para explicar estos sentimientos, Gadsden apuntó a su propia herencia como hija de dos afroamericanos que tuvieron que huir a Nueva Jersey para escapar de la segregación racial impuesta por las leyes de ‘Jim Crow’ en el sur del país hasta mediados del siglo XX, negando por ejemplo el derecho al voto a los afroamericanos.

“Lo que me gustaría que el presidente entendiera es que, al venir aquí, a Carolina del Sur, un estado que él considera su bastión, debe recordar nuestra historia. Estados Unidos está siendo cómplice de perpetuar una serie de daños que mis ancestros sobrevivieron, aunque fuera en otro nivel”, manifestó Gadsden.

Ella misma destacó el papel que Charleston desempeñó en el tráfico de esclavos, ya que por su puerto ingresó un 40 % de los africanos que fueron sometidos a la esclavitud, y consideró que esta conexión histórica no puede pasarse por alto al observar el sufrimiento palestino.

Con todas esas razones en mente, Gadsden ya ha depositado su papeleta en las primarias demócratas, aprovechando la opción de votar por adelantado. No desveló cómo votó, pero dejó claro que no apoyó a Biden.

Ante la perspectiva de que Biden y Trump vuelvan a enfrentarse en las elecciones de noviembre, Gadsden confesó tener dudas: “Todavía estoy evaluando opciones”, afirmó, pero dejó claro que irá a votar porque es su obligación como ciudadana.

La participación, clave para medir el entusiasmo por Biden

La participación, de hecho, será clave para descifrar el respaldo que aún tiene Biden entre la comunidad afroamericana, explicó a EFE el profesor Todd Shaw de la Universidad de Carolina del Sur.

No se espera que un gran número de votantes acuda a las urnas dado que el mandatario no se enfrenta a ningún rival significativo, por lo que es probable que muchos se queden en casa. No obstante, si la participación es muy baja, eso podría ser una señal de poco entusiasmo por Biden, señaló Shaw.

Por ahora, en Charleston, la participación en el período de votación anticipada (del 22 de enero al 2 de febrero) ha sido especialmente reducida: solo unos 2.670 electores de los 260.000 que se esperan han votado, es decir, un 1 %.

Sin embargo, los que sí acuden a votar lo hacen animados por un profundo deber cívico.

Por ejemplo la afroamericana Genelle Edwards entró al centro de votación acompañada de su nieta de 11 años para mostrarle la importancia de participar en la democracia, mientras que Sherry L. Norwood quería dejar el asunto resuelto antes del sábado ya que ese día estará ayudando con las primarias como voluntaria.

“Recuerde, -dijo a EFE Norwood- votar es esencial porque hubo un momento en el que no podíamos hacerlo”.

Carlos García

Editor

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